Este 9 de enero del 2020, los ecuatorianos, recordamos los 20 años de vigencia de una medida económica: LA DOLARIZACIÓN, que, inicialmente al ser aplicada por el Presidente Jamil Mahuad, generó gran desconfianza, en numerosos ciudadanos que no creyeron en su éxito, para solucionar los graves problemas que en este campo tenía la Patria, y que afectaba a los más pobres, y de manera especial a quienes habían, hasta ese momento, confiado, mediante sus depósitos e inversiones, en el sistema bancario y financiero del país, que hasta ese momento se mostraba profundamente debilitado.
Con motivo de este aniversario, se señala paladinamente, después de 20 años, que la Dolarización fue un éxito, y que, además, sirvió para unir a los ecuatorianos, lo que en efecto así fue, al darle estabilidad económica al país. Pero, los expertos, muchos de ellos pertenecientes a la corrupta clase política ecuatoriana, salvo excepciones, no se han atrevido a señalar que entre las verdaderas causas para se haya tenido que tomar esta medida es la irresponsabilidad con la que banqueros, hoy prófugos de la justicia, manejaron sus instituciones; y, además, por el hecho de que los gobiernos de turno, han manejado hasta ahora en forma caótica las finanzas públicas, al gastar más de lo que les ingresa, aumentando el déficit, poniendo para EL EFECTO a funcionar la máquina para elaborar dinero del Banco Central.
Los banqueros que quebraron fraudulentamente sus bancos, no fueron sancionados, salvo dos o tres, la mayoría ni siquiera han sido procesados y disfrutan de jugosas fortunas robadas, en el exterior.